G A B I Ñ A. Dos filiaciones.
UNO: Los Gabiña que nos conducen a Dolores Ibarruri, La Pasionaria.
“La Pasionaria destacó como dirigente política en la Segunda República Española y en la Guerra Civil.
Histórica dirigente del Partido Comunista de España, a su lucha política
unió la lucha por los derechos de las mujeres para demostrar que las mujeres,
fuesen de la condición que fuesen, eran seres libres para elegir su destino”
DOLORES PASIONARIA: ¡Madre
Dolorosa! ¡Madre del que sufre!
Polixene Trabudua de Mandaluniz nos ofrece esta semblanza de Dolores Ibarruri
La Pasionaria en su libro ARTICULOS DE AMAMA, publicado en Panorama a 20-X-1989
¿Quién era la Pasionaria? me pregunta un
alumno interesado. No era -le digo- es! porque viva está, en Madrid, con un
siglo a cuestas.
Recuerdo
que vi por primera vez a la Pasionaria en la cárcel Larrínaga de Bilbao, el año de 1932. Ambas estábamos presas. Yo
por propagandista del E.A.B., organización femenina del Partido Nacionalista
Vasco. (Junto con Haydée de Aguirre, de oratoria fogosa, fuimos condenadas a
multas y a prisión de 15 días por "emitir opiniones atentatorias contra la
sacrosanta integridad de la unidad indivisible del territorio español").
Dolores
de Ibarruri, más específicamente Pasionaria,
por inducir y dirigir a los obreros mineros de Asturias a una huelga general.
Dicen que llevaba dinamita de argumento...
Ella
estaba con las presas comunes. Nosotras, las políticas, teníamos celdas
preferenciales. Mimadas por la prensa, con nuestros nombres clamados en
manifestaciones públicas de independencia, con la celda llena de ramos de
flores y de chocolatinas, nos sentíamos heroínas históricas. Teníamos 19 años.
A
Dolores la veíamos por la ventanita, en el patio, paseando con las otras
reclusas... que la rodean y oyen con devoción mientras ella les habla de justicia y les enseña solidaridad. Es alta,
delgada, con un perfil clásico de mujer vasca, de "etxekoandre".
Lleva un sencillo vestido negro, de cuello alto y mangas largas, de mujer de
pueblo sufrido y paciente. Destaca la fuerza increíble de su mirada,
penetrante, segura, señorial; y el moño tradicional, adusto, que recoge su pelo
-entoces negro, hoy día muy blanco- en la nuca, enroscándolo.
Para
nosotras, las preferenciales, ella era
la personificación del Demonio. Ahora pienso ¿Qué seríamos nosotras para
ella? ... Historias horripilantes se contaban sobre su vida. Se decía que había matado curas -uno de
ellos a mordiscos- saqueado iglesias, profanado sagrarios, masticado
hostias consagradas... ¡Era comunista y todo!
Más
tarde, durante la Gran Guerra, me crucé con ella en los salones de la
Delegación Vasca de París. La miré
con cierta curiosidad, como a bestia
apocalíptica, tanto era el horror que nos seguía inspirando su leyenda.
Han
pasado muchos años, muchos tiempos. Hoy la información es más abierta y
certera. Hoy soy bisabuela; y ella, la Pasionaria, consagrada ya por la
historia como egerie de la Internacional y agente
fecundo de la justicia social, debe de andar cerca de los 100 años. Hoy
siento la necesidad de rendirle este homenaje a la mujer vasca cosmopolita, a
la señora extraordinaria, que, perdiendo su fe, lamentablemente, en el alto
clero, sabe guardarla e incrementarla en el pueblo soberano y en su derecho a
justicia sana.
Para
entender a cabalidad el temple de esta mujer es necesario conocer el ambiente
donde se desarrolla su niñez y adolescencia. Esto es, en las Encartaciones,
barrio obrero del Gran Bilbao. Sector industrial del complejo del hierro. Altos
hornos. Humos y vapores permanentes y ferruginosos. Un estado imperialista
español, tras derogar los Fueros vascos, ocupa las minas -de tenor en Fe más
alto del mundo- y, no gozando de suficiente ingenio, las entrega a consorcios
industriales anglo-germanos. Estos, con avidez, arrasando caseríos
centenarios, campos y bosques y vergeles, empiezan a morder la tierra, abriendo
canteras a carne viva, dañando el aire, dañando los ríos, transformando cauces
y caudales ... El Nervión parece una cloaca. El hierro lo impregna todo, hasta
el aliento, en Las Encartaciones.
Algunos
socios autóctonos cooperan pronto en estas fraguas de VuIcano subdesarrolladas.
Se aporta mano de obra barata desde los más míseros pueblos extremeños. Brotan,
como hongos insalubres, tristes barriadas obreras donde las familias de los
trabajadores subalternos viven hacinadas.
En
este ambiente deprimente nace la
Dolores, en 1895. Desde niña manifiesta lucidez e inteligencia especial.
Hija de obreros humildes, vive de chiquita la tragedia del abuelo aplastado por
un bloque del mineral. "La vida de mi madre se reducía a trabajar, parir y
llorar... Temprano teníamos que ayudarle al padre a recoger "chirlas"
arrastradas por las lluvias de los terraplenes de la fábrica, hurgando con las
manos heladas, y los pies mojados ... Y así todos los días ... "
Más
tarde se casa, con un obrero
barrenador. Tienen varios hijos. La
miseria sigue rondando ...
Pero un día se despierta en ella el espíritu vital y decide
dedicarse toda, de lleno, en defensa de los trabajadores pobres; decide
entregarse, inmolarse por la Justicia, para salvar a esta pobre humanidad de
desesperados que ya ni claman al cielo. Será la voz de los humildes, de los pobres, de los
desheredados, la abanderada de la calle. Sin gran cultura
oficial, pero con intuición de pueblo viejo y corazón enorme, ardiente, idea
programas y estrategias; fija el grito de rebeldía contra toda miseria impuesta
de arriba, contra toda injusticia de Estado ... Y se entrega a su misión,
inflamada de pasión, como pasionaria
sangrante de un Cristo reciclado ... Y con valor colosal -para
una mujer y para la época!- se inscribe
en aquel partido comunista español tan mal famado que, sin ser mesiánico-levítico, predica y practica una mejoría sensible para los humildes. Dolores
entrega en la acción una energía increíble, indomable, pero guardando
fidelidad y disciplina al espíritu que la alienta, y situándose siempre en
primera fila del combate.
Pasionaria es (escribe Polixane
en 1989), desde hace más de medio siglo, una
leyenda viva, un mito encarnado. Su vida, austera, digna, íntegra, de mujer,
esposa y madre, los hijos que le son arrebatados sucesivamente por la muerte,
como si la propia naturaleza providencial la designara para ser madre de todos
los marginados, la consagran ...
¡Madre dolorosa! ¡Madre del que sufre!
Durante
años ¡Cuánto se ha hablado de ella!, ¡Cuánto se la ha calumniado! Y sin embargo,
ahí está la mujer, la señora, la gran
señora defensora de la verdad del justo, reconocida por la historia como
por la propia Corona Real.
Señora de los desamparados, de los niños
hambrientos que trabajan y sudan escarbando, con manos heladas, la tierra roja
... y mueren antes de tiempo.
Sus
discursos, sus arengas, sus gritos desgarradores como un "Guernica",
llenos de pasión humana, hacen que se estremezcan tanto los hambrientos como
los hartos. Sus frases, ya históricas, lanzadas, en momentos críticos, a la
faz del mundo, sacuden fibras profundas de las entrañas del ser. "¡Más
vale morir de pie que vivir de rodillas!". Y, a los fascistas siniestros,
"¡No pasarán!" tan bien confirmado por el presente futuro ...
Y aquellas palabras de saludo a las Brigadas
Internacionales por su lucha en defensa de la República; palabras que fueron
cablegrafiadas a los cuatro vientos, y que las democracias vecinas captaron
como proféticas advertencias cuando ya
las cubre el Nazismo ... Palabras que hicieron llorar de fe a más de uno de
aquellos curtidos milicianos y obreros, hombres venidos de todos los 'mundos,
y entre los que se encontraba el recordado Profesor, de Maracaibo, Víctor
Saska, entre un Hemingway Ernesto y un Malraux, por ejemplo, defendiendo la
Ley.
Dolores
no deseaba ser un mito, y lo es, sin proponérselo. "Prefiero que me
recuerden como una sencilla mujer vasca del pueblo, con fundamento, que cose y
barre la casa, y sabe cocinar una tortilla, una "purrusalda", unos
chipirones en su tinta" ...
Simplemente
una mujer vasca, pero que siente todo el dolor del mundo, y lo siente como
injusticia, y da su vida luchando por una justicia justa, con sentido profético
de intensidad universal.
Dolores de Ibarruri, mujer, esposa, madre, dolorosa pasionaria,
es cristiana primordial y sabe que no basta con cantar ¡Jesús! ¡Jesús! ... Hay
que cumplir con la voluntad del Padre que nos quiere a todos bien, gozando de
Justicia.
I.- Martín de Gabiña y María Ulibarri fueron
vecinos de Luiaondo, en su parroquia de la Magdalena, en Araba, y padres de:
II.- Francisco de Gabiña
Ulibarri que casó en segundas nupcias con María de Beraza Odiaga,
con la que fue padre de siete niños, nacidos en los años 1634 a 1653 en
Luiaondo, de los que fueron varones:
1.- Pedro
de Gabiña Beraza, que sigue esta línea en III.
2.-
Francisco de Gabiña Beraza (Luiaondo, P. Magdalena, b. 7-X-1640).
3.- Juan de
Gabiña Beraza (Luiaondo, P. Magdalena, b. 9-IV-1645), apadrinado en la
pila por Tomás Abad de Ayo y María Dominga de Ayo.
III.-
Pedro de Gabiña Beraza, bautizado el
24 de febrero de 1634 en Luiaondo, en cuya parroquial de La Magdalena casó
el 2-IV-1656 con María Santa de Bengoa Torrezar. Estos esposos tuvieron siete
hijos en Luiaondo, en los años 1657 a
1674. Los varones fueron:
1.- Francisco
de Gabiña Bengoa, que sigue esta línea en IV.
2.- Juan de
Gabiña Bengoa (Luiaondo, b.
17-VIII-1666). Casó en Luiaondo, año 1690, con María de Uresandi Asua (hija de Martín Uresandi y Antonia
Asua, vecinos de Erandio). Hijo suyo
fue:
2.1.- Francisco de Gabiña Uresandi, (Luiaondo,
P. Magdalena, b. 8-XII-1698), apadrinado en la pila por Antonio y María Zaballa.
3.- Pedro de Gabiña Bengoa
(Luiaondo, b. 15-IX-1669).
IV.- Francisco de Gabiña
Bengoa, bautizado el 5-II-1661 en Luiaondo, donde casó en 1688 con Elena
Yzarduy Arana (Luiaondo, b. 7-X-1663; hija de Juan de Yzarduy Usategui y de María de Arana
Lecanda). Hijo suyo fue:
V.-
Pedro de Gaviña Yzarduy, bautizado el 20-II-1692 en la P. de la Magdalena
de Luiaondo, apadrinado
en la pila por Juan Antonio
Zaballa y María Zaballa. Pedro casó en Llodio, en febrero de 1716, con
Mariana de Zenagorta Camino.
Mariana de Zenagorta Camino fue
bautizada en Llodio, P. San Pedro de Lamuza, el
4-IX-1693, apadrinada por Tomás Yzaguirre y
Josefa Camino; era hija de Francisco de
Zenagorta Olartegochia (Llodio, P. San Pedro Lamuza, b. 26-I-1653; apadrinado por Íñigo Zubiaur y
Ana Zubiaur) y de Antonia de Camino
Gardeazabal (Llodio, P. S. Pedro Lamuza, b. 28-VI-1668, apadrinada por el licenciado
Solaun y Catalina Gardeazabal), casados
en Llodio el 28-II-1686, siendo testigos en esta boda Esteban Orue y otros; nieta paterna de Francisco de Zenagorta Gastaca y de María Tomasa de
Olartegochia Enegorta; nieta materna de Francisco
de Camino Solaun y de Mariana
Gardeazabal Isasi; biznieta pat. pat. de Francisco
de Zenagorta y Susana de Gastaca; biznieta
pat. mat. de Íñigo Olartegochia y Lucía de Enegorta;
biznieta mat. pat. de Martín de Camino y de Isabel de Solaun; y biznieta
mat. mat. de Francisco Gardeazabal y de Marina
Isasi.
Hijos de
Pedro de Gabiña Yzarduy y de Mariana de Zenagorta Camino:
1.- Pedro
Eugenio de Gabiña Zenagorta, que seguirá esta
línea ahora, en VI.
2.- Pedro
Emeterio de Gabiña Zenagorta, que seguirá abajo,
en Rama Dos.
3.- Domingo
de Gabiña Zenagorta (Luiaondo, n. 1 y b. 2-I-1729). Padrinos de pila: Martín
Aldayturria y Santa Zenagorta
VI.- Pedro Eugenio de
Gabiña Zenagorta. A
Pedro Eugenio lo hemos citado en el apartado V de la filiación anterior, como
hijo que fue de Hijos de Pedro de Gabiña Yzarduy y de su esposa Mariana de
Zenagorta Camino. Pedro Eugenio se casó el día 8 de enero
de 1747 en Alonsotegi (Encartaciones de Bizkaia) con Magdalena de Salcedo
Castaños, y ambos fueron padres de cuatro hijos, nacidos en Alonsotegi en
los años 1747 a 17. Uno de estos fue:
VII.- Pedro de Gabiña Salcedo,
bautizado el 7-III-1754 en Alonsotegi, donde casó en 1776 con Ana
María de Urcullu Galarza (Alonsotegi, n. 1754; hija de José de Urcullu
Castaños y de Josefa de Galarza Lezama). Pedro y Ana María tuvieron cuatro
hijos en Alonsotegi, en los años 1778 a 1785. Uno de ellos fue:
VIII.- Pedro Ygnacio de Gabiña
Urcullu, bautizado el 1 de febrero de 1780 en Alonsotegi, casó en la
vecina Barakaldo, año 1804, con Ygnacia de Urcullu Salturtum, siendo
ambos padres de cinco niños, nacidos en Barakaldo de 1804 a 1814. Uno de
estos fue:
IX.- Peregrino de Gabiña
Urcullu, bautizado el 30-IV-1807 en Barakaldo
y casó en Santurtzi, año 1834, con María Josefa de Urcullu Castaños
(Barakaldo, n. 1811; hija de Ramón de Urcullu Allende y de Joaquina de Castaños Garay). Ocho niños
tuvieron Peregrino y María Josefa, nacidos en el municipio de Muskiz y
bautizados en San Juan de Somorrostro en los años 1835 a 1855. Una de estos
hijos fue:
X.- María Pilar de Gabiña
Urcullu, nacida en Muskiz y bautizada el día 22-III-1849 en su parroquia San Juan de
Somorrostro, en la cual contrajo matrimonio, en junio de 1870, con Juan Francisco de Ruiz
Elizondo (Trucios-Turtzioz, P. San Pedro de Romaña, b. 24-V-1844; hijo de Felipe
de Ruiz Gutiérrez y de Martina de
Elizondo Santa Cruz).
María
Pilar Gabiña y Juan Francisco Ruiz tuvieron diez hijos, bautizados en Somorrostro-Muskiz
en los años 1872 a 1889, de los que fue benjamín:
XI.- Julián Tiburcio de
Ruiz Gabiña, nacido en Muskiz y bautizado el 11-VIII-1889 en su parroquia San Juan
de Somorrostro, contrajo matrimonio en febrero de 1916, en la parroquia
de Gallarta (Abanto Zierbena; Encartaciones de Bizkaia) con María Dolores de Ibarruri Gómez, La Pasionaria.
Nos encontramos ante un personaje crucial en la
historia de España del siglo XX: La Pasionaria. De élla encontramos información abundante en internet;
al final de la presente, trasladaré aquí alguna breve biografía de esta gran
mujer.
María Dolores de Ybarruri Gómez había sido bautizada el 11-XII-1895 (+ Madrid 12-XI-1989)
en la parroquia de los Santos Juliana y Antonio de Padua de Gallarta, en Abanto eta Zierbena, en Las Encartaciones de
Bizkaia (9-586-01 f-13/14).
Padres de La Pasionaria
fueron Juan
de Ybarruri (expósito, bautizado en la parroquia de
La Asunción de Ibarruri, en Muxica-Bizkaia) y su esposa Juliana Gómez Pardo, casados en Gallarta-Abanto en
agosto de 1881. Juan y Juliana fueron vecinos de Gallarta y padres de:
1.- Dominga Norberta Ybarruri Gómez (Gallarta, P. Santos
Juliana y Antonio, b. 6-VI-1882).
2.- Ynocencio Miguel Ybarruri
Gómez (Gallarta, P. Santos Juliana y Antonio, b. 29-XII-1883).
3.- Cecilia Ybarruri
Gómez (Gallarta, P. Santos Juliana y Antonio, b. 22-XI-1885).
4.- Teresa Jesusa Ybarruri
Gómez (Gallarta, P. Santos Juliana y Antonio, b. 10-I-1888).
5.- Hipólito Ybarruri Gómez (Gallarta, P. Santos
Juliana y Antonio, b. 22-VIII-1889).
6.- Dominga Rafaela Ybarruri
Gómez (Gallarta, P. Santos Juliana y Antonio, b. 4-VIII-1891).
7.- Ester Margarita Ybarruri Gómez (Gallarta, P. Santos
Juliana y Antonio, b. 27-VIII-1893).
8.- Maria Dolores Ybarruri Gómez, La Pasionaria, ya citada unas líneas arriba y de la que volveremos a
tratar al terminar esta relación de sus hermanos.
9.- Felisa Ybarruri
Gómez (Gallarta, P. Santos Juliana y Antonio, b. 20-VII-1897).
10.- Alberto Pedro Ybarruri Gómez (Gallarta, P. Santos
Juliana y Antonio, b. 9-VIII-1899).
Maria Dolores de Ybarruri Gómez,
La Pasionaria, de cuyo nacimiento y muerte ya hemos dado cuenta, y su citado
esposo Julián
Tiburcio de Ruiz Gabiña fueron padres
de seis hijos, nacidos todos en Somorrostro:
1.- Esther Ruiz Ibarruri (1916; + 1920).
2.- Rubén Ruiz Ibarruri (n. 1920).
3.- Trilliza: Amaya Ruiz Ibarruri (n. 1923). Amaya casó en 1951, en Rusia, con el comandante Sergueiev, de quien
posteriormente se separaría. Fueron padres de:
1.- Fiodor Sergueiev Ruiz.
2.- Rubén Sergueiev Ruiz.
3.- Dolores Sergueiev Ruiz (nacida en 1960).
4.- Trilliza: Amagoya Ruiz Ibarruri (n. 1923 y +
pronto).
5.- Trilliza: Azucena Ruiz Ibarruri (n. 1923 y + con
2 años).
6.- Eva Ruiz Ibarruri (n. 1928 y + a los dos meses).
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Rama Segunda: Los que
enlazan con los Aguirre_en_Ubidea.
VI.- Pedro Emeterio de
Gabiña Zenagorta (citado arriba, en el
apartado V de la filiación anterior, como hijo que fue de Pedro Gabiña Yzarduy
y de su esposa Mariana de Zenagorta Camino) fue
bautizado el día 2 de agosto de 1722 en Luiaondo, apadrinado en la pila por Manuel Domingo Zaballa e Ygnacia Ulizar. Pedro Emeterio pasó
a vivir en Bizkaia y casó en
Alonsotegi, año 1761, con Jacinta de Yturbe Aramburu.
Jacinta de Yturbe Aramburu fue
bautizada en Igorre, P. Santa María, el 11-IX-1739, apadrinada por Francisco Antonio
Olaeche; era hija de Francisco de Yturbe
Hormaechea (n. en Igorre) y de María
Ramos o Ramona de Aramburu Zaldua (n. en Ezkio-Gipuzkoa), casados el 23-IV-1736
en Igorre; nieta paterna de Antonio de
Yturbe y de Úrsula de Hormaechea, ambos
de Igorre; y nieta materna de Juan de
Aramburu y de Magdalena de Zaldua,
naturales de Ezkio-Gipuzkoa.
Fueron diez los hijos de Pedro Emeterio
de Gabiña Zenagorta y de Jacinta de Yturbe Aramburu, nacidos en Alonsotegi en
los años 1762 a 1784; siete fueron niñas y tres los varones:
1.- Bartolomé
de Gabiña Yturbe (Alonsotegi, b. 28-V-1764). Vecino de Alonsotegi. De Bartolomé
trataremos en el apartado siguiente (VII).
2.- Juan
Antonio de Gabiña Yturbe (Alonsotegi, b. 1767).
3.- Francisco
Antonio de Gabiña Yturbe (Alonsotegi, n. 23 y b. 24-12-1775), apadrinado en la pila por Pedro Gabiria y Josefa Gabiña. Se avecindó en
Güeñes.
Bartolomé y Francisco
de Gabiña Yturbe hicieron información de su nobleza y limpieza de sangre ante
la autoridad del Señorío de Bizkaia, a fin de gozar de plenos
derechos ciudadanos en Bizkaia; su información fue aceptada como correcta por
la autoridad del Señorío, tal como consta en expediente que se conserva en el
Archivo de la Diputación de Bizkaia, fechado al año 1815 y aprobado en JJGG en
1816; eran estos hermanos descendientes de las casas
solariegas de Gabiña, casa solar infanzona titulada que es notoria y se halla en la
Calle de Luiaondo, en Tierra de
Aiala; y de Iturbe Hormaechea, en Igorre.
VII.- Bartolomé de Gabiña
Yturbe fue bautizado el 28 de junio de 1764 en San
Bartolomé de Alonsotegi y casó en el año 1785, en Gordexola, con María
Ana de Urtiaga Arechederra (Gordexola, P. Degollación, b. 23-V-1766; hija
de Francisco de Urtiaga Barrieta y de María de Arechederra Villamonte). Hijo de
Bartolomé y María Ana fue:
VIII.- José María Ramón de
Gabiña Urtiaga, nacido en 1786 en Alonsotegi, en cuya parroquia de San Bartolomé casó
en febrero de 1808 (casi al son de los cañones que pronto retumbarían en
toda la Península oponiéndose a la ambición de Napoleón) con María
Ygnacia de Olea Zabala (Alonsotegi, n. 1783; hija de Francisco de Olea Artaza y de María de Zabala
Chavarria). Hijo de José María Ramón y María Ygnacia fue:
IX.- Francisco de Gaviña
Olea, bautizado el 2 de diciembre de 1808 en Alonsotegi, donde casó en
1830 con Antonia de Urquijo Ypiña (Alonsotegi, n. 1804; hija de Miguel
de Urquijo Elorriaga y de Lorenza de Ypiña Urraza). Hijo de Francisco y Antonia
fue:
X.- Julián de Gaviña
Urquijo, nacido en 1838 en Alonsotegi y
casado en el Valle bizkaíno de Zeberio, corriendo el año 1857, con María
de Zuloaga Basterreche (Zeberio, P. Santo Tomás de Olabarrieta, n. 1837;
hija de Marcos de Zuloaga Ynchaurbe y de Josefa de Basterreche Gorocitu). Hija
de Julián y María fue:
XI.- Toribia de Gaviña
Zuloaga, bautizada el día 16 de abril de 1870 en Santo Tomás de Olabarrieta, del
Valle de Zeberio. Toribia pasó a casar en Sestao, Encartaciones de
Bizkaia, en mayo de 1893, con José Miguel de Aguirre Yzaguirre, nacido
en 1861 en San Miguel de Ereño.
De José Miguel de Aguirre Yzaguirre y de su dicha esposa Toribia se trata en el apellido AGUIRRE_EN_UBIDEA,
en esta web; allí se cita a ambos en el apartado IX de su tercera filiación, dando cuenta de su ascendencia y descendientes.
Antonio Castejón. maruri2004@euskalnet.net puxaeuskadi@gmail.com www.euskalnet.net/laviana
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