ARANA_ESTUDIO.
Según los
estudios etimológicos el apellido Arana, de origen vasco, tiene las siguientes
interpretaciones:
A.- El Valle, de aran = valle, más el
artículo –a.
B.- El ciruelo o endrino.
C.- Helechal, de ara = helecho, más el
sufijo –na, o bien el local –aga = sitio de.
D.-
Contracción de Aranga = Endrinal.
Artículo de Arturo Pérez Reverte publicado
en el semanario
El Semanal el 15 de marzo de 2009
referente a Martín de Arana.
SOBRE GALEONES Y MARMOTAS.
Hace tiempo que no les cuento una de esas historietas menudas de otros tiempos, de las que a veces me gusta recordar. Trozos de
Historia con minúscula que a menudo permiten comprender con quién nos jugamos
los cuartos desde hace siglos: las claves de este putiferio llamado España. No
hay como mirar atrás para comprender lo que somos. Para asumir que en esta
infeliz tierra poblada por algunas personas decentes y por innumerables
sinvergüenzas, no ocurre nada que no haya ocurrido antes. Es como aquella
película del día de la marmota, la de Bill Murray. Cuando vuelves del
extranjero y abres un periódico o miras un telediario, compruebas que todo
sigue igual, día tras día. Las mismas palabras, los mismos hechos, los mismos
desalmados hijos de puta. Con las variantes seculares mínimas y lógicas, España
es un continuo día de la marmota.
Habrá quien no vea mucha relación entre
lo que acabo de teclear y el episodio de hoy. Pero allá cada cual. Es la
elocuente historia del naviero vizcaíno Martín de Arana, súbdito leal de la
corona, que en 1625, para congraciarse con el rey Felipe IV y asegurar el
futuro de un hijo suyo, se comprometió a construir seis galeones para la flota
de Indias. Entró en ello con entusiasmo, jugándose la hacienda propia en un
momento en que la construcción y el transporte naval eran negocio de poco
futuro: la Corona estaba en bancarrota; los navieros, expuestos a que
confiscaran sus naves para la guerra, y numerosos armadores se habían
arruinado, acribillados a impuestos por parte de una administración ávida y
corrupta, especializada en sangrar a todo cristo. «No a de aver hombre
particular que se atreba ya a fabricar nao de guerra, ni tampoco a hazerla de
merchante, por el poco sueldo que da Su Majestad», escribía por esa época
Tomé Cano en su Arte para fabricar naos.
Así estaba el patio y ése era el
panorama. Tan español que quizá les suene. Supongo. Sin embargo, pese a
los riesgos, Martín de Arana se metió en faena, confiado en que su esfuerzo y
devoción le granjearían favor real en el futuro. Una especie de renta moral y
honorable para sus hijos. Hay un interesante libro titulado Seis galeones
para el rey de España -lo utilicé hace ocho años entre la documentación
para el episodio de Alatriste El oro del rey-, donde la historiadora
norteamericana Carla Rahn Phillips demuestra que al naviero vizcaíno, detalle
difícil hoy de comprender pero natural en aquel tiempo, no lo movía el
beneficio económico sino el celo y el deber de buen vasallo; el honor familiar
de tener al rey por deudor de su casa y de su nombre. Por eso firmó un contrato
y empezó la construcción de los galeones con su dinero. Cuestión, ésta de
soltar pasta, peliaguda en un momento como aquél, cuando la administración real
pagaba tarde y mal, si es que lo hacía.
Ahorro pormenores, porque estoy seguro
de que los imaginan. Arana no sólo dejó la salud y la hacienda en el
empeño, sino que durante las diferentes etapas de la construcción y acastillaje
de las naves, ya difícil por las dificultades para conseguir materiales
adecuados y mantener el ritmo de trabajo en el astillero, le cayó encima una
nube de contadores, veedores, inspectores, supervisores, recaudadores,
funcionarios reales y otras sanguijuelas de la administración que le amargaron
la vida hasta extremos inauditos. Llegó a temer, incluso, que el rey lo dejase
tirado, y tener que comerse los galeones a medio construir, con patatas. El
pobre Arana, que ya había invertido 8.000 ducados por la cara, tuvo que viajar
varias veces a Madrid y hacer antesala en el palacio real, tragando pasillo.
Aprovechó para recordar lo de su hijo, a quien pedía concediesen el mando de
una de las compañías de infantería que iban a servir en los galeones. Demanda a
la que, por supuesto, no se hizo ni puñetero caso.
Abrevio la triste historia. Entregados
por Arana los galeones, ni el rey ni nadie le dieron las gracias. Lo que
se hizo fue una auditoría, para ver si había manera de trincarlo por algo y no
pagarle 4.000 ducados que aún se le adeudaban. Salió de eso bastante limpio,
demostrada su honradez y lealtad; y a cambio de la suma, nunca reintegrada, le
dieron varias pinazas y embarcaciones menores de poca utilidad para la corona,
a fin de que con ellas recuperase parte de los gastos. Años después, el
vizcaíno todavía reclamaba que se cumpliese el compromiso con su hijo, y en
1644 moría en pleno litigio con los administradores reales, «que han llevado mi
familia a la ruina». Un final, éste, que resulta difícil no asociar con el de
otro personaje que sacrificó su hacienda y su vida por la corona española, el
general Ambrosio Spínola, expugnador de Breda, que por la misma época moría
enfermo y lamentándose: «Muero sin honor ni reputación. Me lo quitaron todo, el
dinero y el honor. No es éste el pago que merecen cuarenta años de servicios».
Como les decía, oigan. España eterna.
Desde Viriato, o antes. El día de la marmota.
En el libro que
cita Pérez Reverte Seis Galeones para el
Rey de España de Carla Rahn Phillips, dice su autora (p.o. pag.84)
“El Martín de Arana que nos interesa debía de tener unos cuarenta años en
aquella época, según el testimonio de los que patrocinaron su ingreso en la
noble Orden Militar de Alcántara, en 1622. Los veinticuatro testigos a los que
se consultó, hablaron de su conocido linaje cristiano y de la nobleza de la
familia, cuyos miembros eran importantes terratenientes en muchas villas de
Vizcaya. Su abuelo paterno había sido caballero de la Orden de Santiago de modo
que la familia ya tenía posición y prestigio dos generaciones antes (Expediente
Ordenes Militares, Alcántara nº 13346). Aunque el simple estatuto de hidalguía
era común en las provincias vascas por sus servicios a la Corona durante la
edad media, la familia Arana estaba varios escalones por encima de los simples
hidalgos, y Martín debía de poseer considerable riqueza y prestigio. De lo
contrario no hubiera emprendido la terea que asumió en un momento en que la
construcción naval estaba en decadencia y muchos de sus colegas se habían
arruinado. Como caballero de Alcántara, se hallaba a nivel medio de la nobleza
española, lo cual significaba que no sólo podía ofrecer sus servicios a la
Corona, sino que tenía obligación de hacerlo.”
ARBOL GENEALOGICO
n.
nacimineto, d. defunción.
ARANA NAFARRONDO
Martín de Arana y Arechaga (1) (n. 1581)
Magdelana de Nafarrondo y
Zalcedo
ARANA Y NAFARRONDO
Juan
Bautista Arana Nafarrondo
Maria Nafarrondo
Urquullu
ARANA Y NAFARRONDO
Lucas de
Arana y Nafarrondo
Ana de Arrechaga y Torre
Magdalena Arana Narrafondo
Ana María Arana Nafarrondo
Diego Arana y Nafarrondo (2)
Domingo Arana Nafarrondo
María de Larrea (A)
ARANA Y ARECHAGA
María de la Cruz Arana Arechaga (n.1700)
María Arana Arechaga (n. 1703)
Joseph Arana Arechaga (n.1705)
Martin Arana Arechaga (n.1707)
XXX
Hurtado
Lucas Arana Arechaga (n. 1714)
Manuel Arana Arechaga (n. 1716) Baracaldo, Vizcaya.(3)
Juana Ugalde Arana
ARANA Y UGALDE
Juan Domingo Arana Ugalde (n. 1770) Baracaldo, Vizcaya.
María Velasco Lorriaga (n. 1760) Sestao, Vizcaya.
ARANA Y VELASCO
Juan Arana y Velasco (n.San Salvador del Valle, 22-08-1792)
José Arana y Velasco (n. Sestao, 07-01-1801)
Benita Mendiolea y
Palacios (n. Bilbao, 01.06-1811 d. 1854)(4)
ARANA Y MEDIOLEA
Luis
Eduardo Arana y Mendiolea (n. 19-08-1831, Miravalles, Vizcaya)
Prudencia
Casares Galera (n.14-11-1840, Mérida, Yucatán
Méjico) (5)
Gabriel
Arana y Mendiolea (n. 18-03-1833, Sestao, Vizcaya d.1866))
María
Magdalena Escalante Bates (n. 1842 Méjico) (6)
Emilio
Arana y Mendiolea (n. 10-01-1836, Sestao, Vizcaya)
Prisca Arana y Mendiolea (n. 18-01-1838, Miravalles, Vizcaya)
Juan
Vallejo Brizuela (8)
Darío Arana y Mendiolea (n.23-10-1840 Miravalles,
Vizcaya d.15-03-1914)
Sofia
Urigüen y Ansotegui (n.13-08-1847, Bilbao d. 13-10-1895)
Eulalio Arana y Mendiolea (n. 11-12-1842,
Sestao, Vizcaya)
Aurora
Vildósola y Campos (n. 1856, Santurce, Vizcaya) (7)
Eloisa
Arana y Mendiolea (n. 27-06-1846, Sestao,
Vizcaya. d.1905)
Francisco
Martinez de Rodas (n. 1846 Onda, Castellón d.1909)
Conde de Rodas (9)
Emilia
Arana y Mendiolea (n. 24-08-1851, Sestao, Vizcaya)
Pedro
Laiseca Elguera (10)
ARANA Y URIGÜEN
José Antonio Arana y Urigüen (n. 1872 d. 1909)
Irene
Churruca Murga (n. 1874) (12)
Luis Arana Urigüen (1874-1951)
Dolores
Ybarra y Lope de Calle
María Luisa Arana
y Urigüen (n.1876)
Ramón Ascuace
Sofía Arana y Urigüen (n.1877)
María del Carmen Arana y Urigüen (n. 1879)
Ramón
Eusebio Real de Asua y Arano (n.1866)
Ema
Faustina Arana y Urigüen
Ramón
Artajo
Darío
Arana y Uriguen (n. 1882)
Isabel
Zurita Hidalgo (n. 1900
D.) (11)
María de los Dolores Arana y Urigüen
(n. 1883)
Vicente
Pedro Arana y Urigüen (n. 1885)
Ramón
Arana y Urigüen (n.1886)
Ana
Maiz
María
de la Concepción Arana y Urigüen (n. 1887)
Rafael
Vierna y Urquijo (n. 1887)
ARANA CHURRUCA
Sofía Arana
Churruca (n.1900)
Francisco
Javier Mendizábal Gortázar (n.1898)
Conde de
Peñaflorida
María Arana
Churruca (n.1902)
Álvaro Arana
Churruca (n.1904- d.1937) (13)
Blanca Arana
Churruca (n.1907)
Luis
Azcárraga Pérez-Caballero (n.
1907 d. 1988) (14)
ARANA YBARRA
Javier
Arana Ybarra
Teresa Lambarri Mendiguren
Luis
Ignacio Arana Ybarra
Sofía
Ybarra MacMahon
IV marquesa de MacMahon
José Antonio Arana Ybarra
Begoña
Zubiría MacMahon
ARANA YBARRA
Iñigo Arana Ybarra
Teresa Muguruza Garteizgogeascoa
Sofia
Arana Muguruza
Ramón
Arana Muguruza
Jaime
Arana Muguruza
Diego
Arana Muguruza
Alejandra
Arana Muguruza
Barbara
Arana Muguruza
Iciar Arana Ybarra
Pedro Zubiría Garnica
Pedro
Zubiria Arana
Carolina
Zubiria Arana
Iciar
Zubiria Arana
Inés
Zubiria Arana
Rafael
Zubiria Arana
Mar
Zubiria Arana
Gonzalo Arana Ybarra
1. Teresa Arroyo Prado
2. Ana Fdez. de Gamboa Arocena
Luis
Ignacio Arana Arroyo
Santiago
Arana Arroyo
Gonzalo
Arana Arroyo
Patricio
Arana Arroyo
Ana
Arana Fernandez de Gamboa
Alvaro
Arana Fernandez de Gamboa
Teresa Arana Ybarra
Guillermo Echevarria Wakonigg
Zita
Echevarria Arana
Pablo
Echevarria Arana
Mencía
Echevarria Arana
Álvaro Arana Ybarra
Cristina Aguinaga Churruca
Marta
Arana Aguinaga
Alfonso
Arana Aguinaga
Javier
Arana Aguinaga
Asís
Arana Aguinaga
Cristina
Arana Aguinaga
REAL DE ASUA Y ARANA
María
del Carmen Real de Asua y Arana
Emilio
Bernar y De Las Casas.
Conde de Bernar
Eduardo Real de Asua y Arana
Pilar
Arteche y Olábarri
Ramón Real de Asua y Arana
Pilar
Arteche y Ortiz de la Riva
Pilar
Real de Asua y Arana
Bruno
Madrazo y Lope de Calle
ARANA Y ZURITA
Fernando Arana y Zurita (n.1920)
Carmen Cabrero
María Luisa Arana y Zurita (n. 1921)
Hon Angier Biddle Duke
María Isabel Arana y Zurita (n.1923)
Luis de Urquijo
Marqueses de San Felipe el Real
Darío
Arana y Zurita (n.1927)
Francisca
de la Paz
VIERNA Y ARANA
María Luisa Vierna y Arana (d.2006)
Agustín
Chavarri Zuazo
ARANA Y MAIZ
Jose
Ramon Arana y Maíz
Laura
Vildosola Iturrioz
Pedro
Darío Arana y Maíz
Sonia
Arana Maiz
ARTAJO ARANA
Jose
Maria Artajo Arana
Sofia
Artajo Arana
Arancibia
Luis
Artajo Arana
Gregorio
Artajo Arana
Notas
de texto:
(A) Tuvieron un hijo natural llamado Melchor Baltasar Arana Larrea bautizado
en 1703.
(1) Caballero
de la Orden de Alcántara.
Artículo de Arturo Pérez Reverte publicado
en el semanario El Semanal el 15 de
marzo de 2009 referente a Martín de Arana.
SOBRE GALEONES Y MARMOTAS. Verlo arriba, al comienzo de la presente.
(2) Caballero de la Orden de Santiago.
(3) Tiene su
primer e único hijo con 54 años.
(4) Hija de
José Joaquín Mendiolea y Mastitegui y de María Jesús Palacios y Gaztelu. Se
casa con José Reyes Arana y Mendiolea el 16 de noviembre de 1830 en la Iglesia
de Sestao de La Anunciación de Nuestra Señora.
(5) Es curioso
que los dos hermanos mayores Arana Mendiolea se casan con dos mejicanas de
Mérida, Yucatán. Hija de Manuel Casares Llana y María Bruna Galera Escalada.
Eran 10 hermanos, Juliana, David, Primitivo, Aurora, Prudencia, Cleta, Donata,
Gordiana, Juan Manuel y José Eulalio. Solamente tuvieron una hija, Benita Arana
Casares, nacida en 1870 y casada el 19 de enero de 1890 con Antonio Laviada
Peón.
(6) Hija de Eusebio Escalante Castillo (1804-1892) y de María Josefa Bates y
Vera. Se casa con Gabriel Arana y Mendiolea en Mérida, Yucatán, Méjico el 3 de
mayo de 1862 y a los 4 años de matrimonio se queda viuda con tres hijos,
Josefa, José Gabriel Pío y Emilio Arana Escalante.
(7)
Hija de Ricardo Vildósola y Arrarte y de María Campos y Arteaga. Se casó con
Eulalio Arana Mendiolea en Santurce, Vizcaya el 10 de diciembre de 1877. No
tuvieron descendencia.
(8) Juan Vallejo y Prisca Arana se
casan en Portugalete el 6 de mayo de 1858 en la Iglesia de Santa María. Tienen
6 hijos, las 5 primeras mujeres (Narcisa, Mercedes, Francisca, Eloísa y María,
casada con Juan Galindez Quintana) y un solo varón nacido en 1867, el más
pequeño en edad, Emilio José Faustino Vallejo y Arana que se casa con Sofía
Real de Asua y Arano el 19 de febrero de 1898. Padres de José Vallejo y Real de
Asua (n. 1899)
Un hermano de Sofía Real de Asua y Arano, Eusebio Ramón (n. 1866), se casa (1899, Iglesia del Señor Santiago en Bilbao) con otro Arana, María
del Carmen Arana y Urigüen. La hermana mayor de ambos, Aurea Minerva Real de
Asua y Arano, queda soltera. En estos árboles genealógicos, se entremezclan
varias veces los Vallejo, Arana y Real de Asua.
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Prisca Concepción
Arana Mendiolea 1838 |
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Emilio José Faustino
Vallejo Arana 1867 |
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1868 |
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José Vallejo Real de Asua 1899 |
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En este árbol, se ve como dos hermanos Real de Asua, se casan con dos
primos Arana.
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1770 |
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José Joaquín Mendiolea
Martitegui 1776 |
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1777 |
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1801 |
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Benita Segunda
Mendiolea Palacios 1811 |
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Pedro Darío Arana
Mendiolea 1840 Sofia Urigüen y Ansotegui |
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María del Carmen Arana
Urigüen 1879 Ramón Real de Asua Arano 1866 |
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(9) Una hija de los condes de Rodas, Emilia Martínez de Rodas y Arana, se
casa con Enrique de Areilza y Arregui, que nació el 6-II-1860 en la calle San
Francisco de Bilbao y bautizado en la parroquia San Vicente de Abando. Estudió
en París; trabajó en el Hospital Minero de Triano, fundó el Sanatorio Bilbaíno;
en 1909 creó el Preventorio antituberculoso infantil de Gorliz; en 1918 fue
nombrado director del nuevo Hospital Civil de Basurto, en Bilbao.
Nos dice el
cronista Manuel Vitoria Ortiz:
“En su consulta conoció a Eloísa de Martínez de
Rodas y Arana, condesa de Rodas, que padecía una afección maligna pulmonar.
Lo que no podía suponer don Enrique es que aquella consulta iba a ser el punto
de partida de su cambio de estado. Nunca sintió atracción por el matrimonio; o,
mejor dicho, supo vivir plenamente su vida de soltero y, cuando en cierta
ocasión quisieron casarle sus amigos con una distinguida dama de la
aristocracia bilbaína, se negó rotundamente alegando mil disculpas y oponiendo
la sólida personalidad de su trabajo y de su vida privada.
El encuentro con la hija de doña Eloísa de Arana fue
casual. Doña Emilia Rodas, hija única de los Condes de Rodas, había sido
educada en aquel ambiente de distinción, un tanto artificial, que caracterizaba
cierta aristocracia bilbaína que se había enriquecido de repente con la explotación
de los yacimientos mineros. Era doña Emilia mujer de buen porte, alta, educada
y que sabía conjugar el fino humor de las clases elevadas con una asidua
práctica religiosa. Conocía perfectamente todo tipo de economías,
administradora excelente, y no admitía ningún tipo de fantasías a la hora de
invertir el dinero en un negocio inseguro. No sabemos cómo doña Emilia y el Dr.
Areilza llegaron a intimar. La voz popular comentó en aquella época que fue
ella quien le propuso a don Enrique casarse. El 1 de Mayo de 1905 contraen
matrimonio. La ceremonia se celebró en la intimidad debido a la enfermedad
de doña Eloísa, en el Oratorio de la Familia Rodas y los casó don Isidoro de
Montealegre, Párroco de San Nicolás de Bari. Con mucho humor y cierta ironía, comentó
don Miguel de Unamuno que este hecho
podía ser el asentamiento social de don Enrique. Pero lo curioso del matrimonio
del doctor Areilza es que dejó estupefactos a todos sus amigos; por unos días
sólo se habló en las tertulias bilbaínas de este hecho inesperado y los más
suspicaces llegaron a ponerlo en duda. Nadie pensó en ningún momento que un
solterón como don Enrique se casara a los 45 años de edad
(10) Un hijo de Pedro
Laiseca Elguera y Emiliana Arana Mendiolea de nombre Pedro Emilio Laiseca y
Arana n. 1871 casa con María del
Carmen Allende y Allende d.1898
(11) Hija de Fernando Zurita e
Izquierdo e Isabel Hidalgo y Colom, marqueses de Campo Real.
(12) Hija de Alejandro
Churruca y Brunet (1833-1913) y de
María Murga Mugartegui (1842-1931)
(13) Asesinado en la
Guerra Civil en Las Arenas, Vizcaya.
(14) A
las 13:30 horas del 27 de marzo de 1988, ETA asesinaba a tiros en
Salvatierra (Álava), al general retirado Luis Azcárraga Pérez-Caballero. El
asesinato se produjo cuando el general abandonaba con su esposa Blanca Arana
Churruca y varios hijos y nietos la Iglesia parroquial de Santa María, después
de asistir a los oficios religiosos del Domingo de Ramos. Dos pistoleros de ETA
se acercaron al militar y efectuaron cuatro disparos a quemarropa. Seguidamente
lo remataron con un tiro más en la sien
Bibliografía:
SEIS
GALEONES PARA EL REY DE ESPAÑA. La defensa Imperial a principios del siglo
XVII.
Carla
Rahn Phillips.
NOTICIAS
GENEALOGIAS SOBRE LOS PRIMERO DE RIVERA Y LOS SALCEDOS.
Antonio
Pérez de Azagra- Pág. 264
ARCHIVO
GENERAL DE GUIPUZCOA.
ARCHIVO
GENERAL DE VIZCAYA.
ANTEPASADOS
DE LUIS ORTIZ DE PINEDO ANGULO
DESCENDIENTES
DEL SOLAR DE SALCEDO DE ARANGUREN.
Javier
de Ybarra y Bergé.
ESCUDOS
DE VIZCAYA. Merindad de Uribe.
Javier
de Ybarra y Bergé
ENDIKA
DE MOGROVEJO. Tomo XX (V). Pag. 24
LOS
YBARRA Y SUS ENLAZADOS.
Dr.
Jose de Rujula y Ochotorena. 1934.Pág. 66
|
Antonio Castejón. maruri2004@euskalnet.net puxaeuskadi@gmail.com goraasturies@gmail.com www.euskalnet.net/laviana
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