Ver también sobre Baroja, BAROJA_CARLISTADA y BAROJA_MITXELENA
Baroja
Del Condado de Treviño siglo XVII, a Payueta (Araba), y Donostia s. XIX.
SOBRE LOS GENEALOGISTAS Y SUS SISTEMAS. Texto gracioso –y veraz- tomado de un artículo de Angel Martínez Salazar (ver abajo, en fuentes).
Corre la década de los años treinta. Fernando de la Quadra-Salcedo persistía en su labor de ennoblecer a las personas capaces de remunerar con largueza sus pesquisas genealógicas. De tal suerte que Cansinos-Asséns no duda, con espléndida ironía, en comentar: "Dentro de poco, no quedará en Bilbao ningún rico sin su blasón y su árbol." El investigador vizcaíno era el primero, naturalmente, en entretenerse con sus crédulos clientes. Alguna vez don Rafael solía encontrárselo en el Rastro madrileño, acarreando cuadros horribles con marcos chabacanos: retratos de aristócratas de flamante oropel y menguada plata, militarotes de bigote lacio y mal encarados, y orondos y redondos prelados de la época de Maricastaña: -¿Qué hace usted, amigo Quadra? -Él guiña un ojo, y sonríe: -Ya ve usted... buscando antepasados (2).
Si Quadra-Salcedo era un genealogista de fuste o un tanto cara dura, aquí nada importa. Ya la Biblia indica que Dios nos hizo a su imagen, de modo que pintar retratos sería, en sentido metafórico, emular al creador mismo. Pero observando ciertos cuadros bien pudiera pensarse que algunos orbanejas despreciaran los encargos. Parece que los pintaban sólo por necesidad, para ganarse el sustento. Es como si la nobleza, la jerarquía eclesiástica y la alta burguesía no encargase nada más. Se trataba de gentes filisteas que no estaban dispuestas a pagar dinero salvo por fotografías de ellos mismos..., y de los suyos.
Sabemos que Quadra tampoco necesitaba una gran maceta para reimplantar linajudos esquejes. Al tuercebotas Díaz lo emparentaba por arte de birlibirloque con el mismísimo Cid Campeador en un dos por cuatro, y al López de enfrente lo hacía descender en línea directa del canciller Ayala e incluso -por unos duros más- de Diego López de Haro. Mucho antes de Internet, Clarín, nos recuerda que don Saturnino juraba custodiar documentos que probaban al versado en genealogía y en blasones venirle el Bermúdez del rey Bermudo (3). Todo por aquello de la limpieza de sangre y nobleza para pegarse el moco y desprenderse de cantarín sambenito, se trataba de haber sido y ser (cuando no aparentar, por seguir a Karl Kraus) originarios, hijosdalgo, infanzones, cristianos viejos, puros y de inmaculada sangre, sin que en sus respectivas familias hubiera habido "mezcla ni rumor" de judíos ni penitenciados por el santo capricho de la Inquisición, recién atocinados, moros ni otra "secta" reprobada...
El noble encartado le preguntó cierto día a Baraja: | -¿Usted tiene el segundo apellido italiano? -Sí. -A continuación, le dijo: -Eso de tener parentesco con príncipes italianos está bien.
De lombardo común a hijo de rey, para Quadra-Salcedo, que era otra suerte de Merlín de los papeles y sabía un rato largo de cuestiones heráldicas, no había más que un trecho, eso sí, bien corto. Lizardi es un personaje de La sensualidad pervertida que había ensayado en las ciencias y en las artes hasta llegar a ser varón instruido. Trabajaba pintando antepasados fantásticos para acaudalados indianos con traje de oidores o capitanes generales, les ponía escudos aparatosos e inscripciones sugerentes y les daba a los lienzos o a las tablas cierta patina y unas resquebrajaduras que las dejaban con un aspecto viejísimo. Es como si el ideal de belleza de ciertos recién llegados consistiera en cubrir todo con macizas capas de pintura dorada. Intuimos que espulgar genealogías con remotas frondosidades, a las que tan aficionados somos por estos lares, se reduce a descubrir la existencia final de linajes ilustres en las figuras de Adán y Eva. Fuera de este hallazgo bíblico e incontrovertible, como escribiese un memorialista de alcance en un memorable texto autobiográfico, las arborescencias y frondosidades de los troncos materno y paterno no suelen prolongarse a ese limbo original conocido por la noche de los tiempos (4). Al abate Iharce de Bidassouet, se le atribuye el siguiente chascarrillo que luego prolijamente ha sido reproducido. Un príncipe de Rohan, que estaba restaurando un vetusto castillo, pidió a su vecino unos pedruscos que había en su propiedad. El campesino se los negó; y en la discusión el noble sentenció:
-Sabed que los Rohan datamos del siglo once.
Entonces, el lugareño, ufano, replica:
-Pues, nosotros, los vascos, no datamos. =====================================================
Pío Baroja en “Desde la ultima vuelta del camino”, edición del 2006; tomo II: “Galería de tipos de la época”; 7ª parte; Tipos extraños”, cuenta:
Fernando de la Quadra Salcedo era un iluso, un hombre que vivía de entelequias fantásticas. No necesitaba mucha base para idear un sistema o una genealogía. El más pequeño dato le bastaba. Al Díaz corriente le emparentaba con el Cid en un dos por cuatro. A mí me preguntó una vez, en una librería de viejo, de la calle de Jacometrezo, a la que yo llamaba El Club del Papel: -¿Usted tiene el segundo apellido italiano? -Sí. Poco después me dijo: -Eso de tener parentesco con príncipes italianos está bien. De italiano a príncipe, para él, no había más que un paso. Se veía que en él la amplificación era un hecho natural y espontáneo. Todo se transmutaba en su imaginación y subía de categoría: el teniente se convertía en general; el cura, en obispo, y el alcalde del pueblo, en magnate. Dijo una vez que en el País Vasco había habido más de cien grandes filósofos y humanistas. -Es extraño -le repliqué yo-; quitando a Huarte de San Juan, yo pensaba que no había ninguno. También terció en una cuestión acerca del Canto de Lelo. El Canto de Lelo, canto vasco recogido de una crónica del siglo XVI, tiene un estribillo de aire antiguo y enigmático, que dice así: Lelo il Lelo, Lelo il Lelo, Lelo Zarac U Leloa. («Lelo mata a Lelo, Lelo mata a Lelo, Lelo el Viejo mata a Lelo.») Ésta puede ser una de las traducciones. El resto del Canto de Lelo es comprensivo, y tiene trazas de ser relativamente moderno. El estribillo, no; parece antiguo. Don Julio de Urquijo y varios vasquistas más aseguraron que este estribillo, como otros muchos, no quería decir nada, que era como un tantarantán o un mirontón, mirontón, mirontena o algo semejante. Yo escribí un artículo en El Pueblo Vasco, de San Sebastián, hace años, diciendo que era posible que este estribillo tuviera una significación mitológica, y que Lelo Zarac, es decir, Lelo el Viejo, que mata a Lelo, podría ser otro Lelo distinto. Los que saben de mitología vasca señalan dioses antiguos con nombres parecidos a Lelo, como Ele, Lelhunus, etcétera, etcétera. Mi sobrino Julio Caro Baroja habla de esta cuestión extensamente en un libro titulado Algunos mitos españoles. Yo no indiqué más que una posibilidad; naturalmente, de ser esta parte del estribillo del Canto de Lelo algo con significación mitológica, tenía que ser antiquísima, muy anterior a la época del cristianismo en el país. Poco después, Quadra Salcedo escribió un artículo afirmando que el estribillo del antiguo Canto de Lelo tenía significación religiosa, y que él lo sabía «por tradición de su familia». ¿Cómo va a haber familia en ninguna parte de Europa que conserve una tradición anterior al cristianismo? Es absolutamente imposible. Ni aun los reyes creo que puedan llegar en su tradición de familia tan lejos. Quadra Salcedo hablaba de sus parientes del Imperio romano como cualquiera puede hablar de su tío de Alcalá o de su primo de Chinchón. Era un hombre fantástico, que creía en sus lucubraciones. =====================================================
EL LUGAR DE BAROJA. La historia medieval de Peñacerrada, Payueta, Faido, Lorza, Zumento, Baroja y Pipaón, estuvo condicionada por el hecho de haber sido una zona fronteriza. En un principio entre el influjo asturleonés y pamplonés y, en un segundo período, entre la monarquía navarra y la castellana. En la villa alavesa de Peñacerrada, todavía hoy, se conservan restos de muralla y una puerta impresionante, restaurada, la que se asoma al sur. El único edificio religioso situado dentro de sus seculares muros es Santa María, con pórtico de estilo gótico. Aquí nació el ilustrado Lorenzo Prestamero Sodupe, cicerone del hermano de Alexander von Humboldt y autor de una Guía de Forasteros en Vitoria por lo respectivo a las tres bellas artes... (Vitoria, Baltasar Manteli, 1792).
Etimología. Tomado de la Obra de Pío Baroja:
Baroja, opina Pío, significa “monte, o río frío”. Agrega luego lo que sigue: “En El Bidasoa, periódico de Irún, un escritor que firmaba con el nombre de Juanes de Beráketa, decía en un artículo: «Baroja. En una de sus obras, don Pío Baroja dice que su etimología viene del céltico bar (monte) y del vasco otza (frío), o sea monte frío. La etimología verdadera es ibar (vega) y otza (fría), o sea vega fría. ¿Cómo se explica la desaparición de la i inicial? No tiene nada de particular, dada la antigua barbarie de los pastores y la semibarbarie de los secretarios, antiguos hombres de poco sentido común y poco leídos y escribidos. Como ejemplo, recuerdo dos apellidos vascos inconfundibles: Baretche, vasco francés, y Barandiarán, vasco español… etcétera. “Parece demostrado que el sonido aspirado de la letra jota en el País Vasco es moderno y que empezó en Guipúzcoa en el siglo XVI. No se sabe de dónde procede, aunque sí se sabe que no es árabe. “En el libro de Raymond Lizop titulado Le Comminges et les Causerans se dice que el valle pirenaico de Barousse es el valle del río de la Osa. Esto es probable, pero el río que se llama hoy de la Osa sería primitivamente el río Otza, o frío. La ortografía de Baroja ha cambiado evidentemente, y se ha escrito Barocha, Barolla, Barolha y Baroxa. En el Bearn, el valle que se llama Barousse tiene, seguramente, la misma etimología que Baroja. Aquel valle perteneció al antiguo Nebouzan, y su principal pueblo es hoy Mauleon, comprendido en el departamento de los Bajos Pirineos. En La Vasconia, de Jaurgain, se habla de un señor, Guillermo Lobo (probablemente Guillermo Otzoa), señor de Barousse, en 1039, y de un ascendiente de éste que dio la tierra Barousse al monasterio de Pezzan («Terram ilam quae vocator Barossa ex tue usque modo»). Como se ve, Baroja tiene una etimología no muy segura. Según Fernández Guerra, es nombre ibérico de la Iberia asiática, igual que Baruca. Según otros vasquistas, es: Barotz, que significa tierra o fondo. Ibar-otz, río frío. Bar-otz, monte frío. Ibar-otz, ribera fría. El nombre en vasco de valle ibar y el del río ibai debieron de estar unidos primitivamente, y Baroja puede ser al mismo tiempo valle frío y río frío.
Ascendientes de Don Pío Baroja.
I.- Juan Martínez de Baroja, vecino de Hormilla (próxima a Nájera, en La Rioja), que sacó ejecutoria de hidalguía, para cambiar de residencia, en el año de 1516, es el primer individuo de la familia Baroja de quien tenemos noticias de modo indubitado. Fue padre de
II.- Juan Martínez de Baroja, vecino de Baroja (Araba). Padre de
III.- Pedro Martínez de Baroja, natural de Baroja y padre de
IV- Juan Martínez de Baroja, natural de Baroja, que se avecindó en Samiano (Treviño), y, “molesto porque le querían hacer pagar contribuciones a un conde venido a menos, reclamó contra el fiscal de su majestad, alcaldes y regidores del condado de Treviño, y la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería vallisoletana le amparó, dándole la razón, en el mes de agosto de 1619”.
Samiano es pueblo del condado de Treviño, sito casi a mitad de camino entre las villas de Treviño y Peñacerrada, en un llano al pie de un pequeño monte. Aparece en el catálogo de los pueblos de San Millán, en 1025, con el nombre de Sancti Meiano, y ya con el de Sameano en la nómina calagurritana de 1257; formas posteriores son: Ssant Meano en 1325 y Sameano en 1630.
Juan Martínez de Baroja fue padre de
V.- Juan Martínez Baroja, natural de Samiano (Condado de Treviño), casó con Catalina Crespo. Fueron padres de
VI.- Juan Martínez Baroja y Crespo, bautizado en Samiano el 25-VII-1619, casó en igual lugar el 23-IX-1658 con Magdalena de Urarte y Lorza (hija de Juan y Magdalena). Fueron padres de
VII.- Francisco Martínez Baroja y Uriarte, bautizado en Samiano el 15-II-1667. Consta en los padrones del Condado de Treviño como Procurador en 1702, 1715 y 1738; Regidor en 1706 y 1725; Alcalde de la Santa Hermandad en 1723 y 1726. Casó en Torre (Condado de Treviño) el 5-V-1688 con Francisca Rodríguez Cortázar (hija de Francisco y Antonia). Fueron padres de
1.- Francisco Martínez Baroja y Rodríguez, que sigue la línea (IV).
2.- Manuel Martínez de Baroja y Rodríguez, bautizado en Samiano el 3 de Enero de 1713. que probó su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid en 1779. Casó en Payueta, del Ayuntamiento de Peñacerrada (Alava), el 3-V-1731 con Angela Pinedo y Ramírez (hija de Tomás Pinedo y de María Ramírez).
VIII.- Francisco Martínez Baroja y Rodríguez, bautizado en Payueta (Peñacerrada, Araba) el 20-IV-1701. Consta en los Padrones del Condado de Treviño como Regidor en 1725 y 1747; Alcalde de la Hermandad en 1726; Mayordomo en 1724; Diputado en 1735 y 1757; Procurador en 1738, siendo Alistado por Noble en 1787 y 1793.
Francisco casó en Payueta el 24 de Febrero de 1721 con Agueda Pinedo y Fernández (hija de Bautista Pinedo y de Maria Fernández. Fueron padres de
1.- Luis Martínez de Baroja y Pinedo (Payueta, 24 de Agosto de 1722). 2.- Bernardo Martínez de Baroja y Pinedo. 3.- Francisco Antonio Martínez Baroja y Pinedo, que sigue la línea (VI). 4.- Juan Miguel Martínez de Baroja y Pinedo (Payueta, 1 de Marzo de 1733). 5.- Manuel Martínez de Baroja y Pinedo (Payueta, el 1 de Enero de 1737).
Manuel, junto a sus hermanos Luis, Bernardo y Juan Miguel, obtuvo reconocimiento de su hidalguía ante la Chancillería de Valladolid en 1779. Francisco Antonio, que sigue, lo había hecho en 1759.
IX.- Francisco Antonio Martínez Baroja y Pinedo, bautizado en Payueta el 28 de Octubre de 1727 (Martínez Salazar da la fecha de 4-X-1735). Fue vecino de Haro (La Rioja), y probó su hidalguía ante la Real Chancillería de Valladolid en 1759. Casó en Haro (La Rioja), en 1755, con Francisca de Belloguín y Belloguín (o Bellojín; ver este apellido en esta web), natural de dicha villa de Haro. Fueron padres de
X.- Rafael María Martínez de Baroja y Belloguin (o Velloguin, Bellojin, Bellogin), nacido el 22-X-1770 en Haro (La Rioja).
Este Rafael “era –nos cuenta Angel Martínez Salazar- algo emprendedor, más inquieto que otros del mismo linaje, y pasó a avecindarse en la villa guipuzcoana de Oiartzun, como mancebo u hortera en la botica de Arrieta. Pronto acortaría el apellido para deshacerse del epónimo. Quizá todavía hoy, en la escalera-recibidor de Itzea (Bera de Bidasoa, Navarra), en la puerta a la cocina, se encuentre un plato con la leyenda: "Sirve al licenciado [¿?] Don Rafael Martínez de Baroja". Y lleva pintado en su centro el roble y dos lobos con una mano cortada en sus bocas. ¡Qué tremendos debían de ser aquellos arabarras transplantados en la tierra guipuzcoana!
“Rafael María de Baroja, casi asimilado a farmacéutico por vía matrimonial, hombre de gustos contemporáneos y también enamorado del olor a tinta y a los caracteres de plomo, adquirió una pequeña prensa y comenzó a imprimir folletos, opúsculos y algún que otro librito. Abrazaba, asimismo, ideas suficientemente avanzadas para aquellos convulsos días, porque dio a la luz un impreso titulado La Papeleta de Oyarzun y, más tarde, El Liberal Guipuzcoano (1820-23)”.
Rafael probó su hidalguía ante la Justicia ordinaria de Oiartzun (Gipuzkoa) en 1815, y al contraer matrimonio se inscribió como Rafael de Baroja, desapareciendo así definitivamente, en sus descendientes, el Martínez.
Rafael casó con la hija de Juan Ascensión Arrieta Oyarzabal, maestro, procurador en Juntas de Elgoibar en 1808, Inspector General de Escuelas en Gipuzkoa, y dueño de una Botica donde trabajó de mancebo y regente Rafael, quien, amén de su trabajo en la Botica, fue administrador de la casería Oyarzabal, impresor, y editor de periódicos, tales como La Papeleta de Oiarzun y El Liberal Gipuzkoano.
Rafel fue padre de
1.- Pío Baroja y Arrieta, que sigue la línea (VII).
2.- Ignacio Ramón Baroja y Arrieta, nacido en Oyarzun el 31 de Julio de 1797. Montó en la ciudad de San Sebastián en 1812 la imprenta y librería que había de ser la base de la famosa Casa Baroja. Al año siguiente aconteció la quema de la ciudad, el 31 de Agosto, y se acomodó a las circunstancias estableciéndose en Oyarzun con una pequeña imprenta y librería. Reedificadas las primeras casas en San Sebastián, volvió a establecerse en la calle de San Telmo o de la Trinidad. Cuando construyeron las casas nuevas de la nueva plaza de la Constitución, allí trasladó su imprenta y librería. En 1896 le nombró el Ayuntamiento impresor de la ciudad.
Ignacio Ramón casó en dos ocasiones: primero, con Manuela Bárbara Yradi Allona, y en segundas nupcias, con Juana Dolores Echeberria Yradi. De ambos enlaces nacieron:
2.1.- Feliciana Ramona Baroja Yradi (Donostia, P. San Vicente, 1821).
2.2.- Antonia Mª Dolores Blasa Baroja Yradi (Donostia, P. San Vicente, 1825).
2.3.- José Antonio María Baroja Echeberria (Donostia, P. San Vicente, 1829). Éste casó con Juana Feliciana Elosegui el 25-X-1869, en la parroquia San Vicente de San Sebastián (contando 39 años de edad el novio y 36 la novia).
2.4.- José Joaquín Pedro Baroja Echeberria (Donostia, P. San Vicente, 1836).
2.5.- Josefa Joaquina Marcelina Baroja Echeberria (Donostia, P. San Vicente, 1843). Casó con Canuto Ignacio Muñoz Agote (de Azpeitia, hijo de Manuel y Manuela) el 16-VII-1868 en San Sebastián, parroquia San Vicente (contando 33 años de edad el novio y 25 la novia). Con descendencia Muñoz Baroja.
XI.- Pío Baroja Arrieta, nacido en Oiartzun en el año 1808, también residió en la nueva plaza de la Constitución de San Sebastián, en la que estableció una librería enfrente de la imprenta de su mencionado hermano. Publicó libros, periódicos; fue miembro de la corporación municipal, y casó el 2-XI-1836, en la parroquia San Vicente de Donostia, con Concepción Zornoza Izaguirre. Fueron padres de
1.- María Ciríaca Baroja Zornoza. Casó con Antonio Claudio Yarzabal Elizondo (hijo de Fernando y Francisca) en San Sebastián, parroquia de San Vicente, el 25-XI-1868 (contando 24 años de edad el novio y 25 la novia). Con descendencia.
2.- Serafín Baroja Zornoza, que sigue.
XII.- Serafín Baroja y Zornoza, nacido en San Sebastián en 1840, falleció en Vera de Bidasoa en 1912. Ingeniero de Minas. De alma un tanto ingenua y bohemia, su verdadera vocación era la literatura, que cultivo como “second métier”, y preferentemente en lengua vasca. A él se debe el libro de alguna ópera euskérica. Se dedicó principalmente a escribir canciones, algunas de las cuales se harían famosas con el tiempo, como la de Zezen-Susko (toro de fuego) y la Marcha de San Sebastián, a la que puso música el maestro Raimundo Sarriegui. Casó con Carmen Nessi y Goñi Arrola Alzate (que le sobreviviría 23 años), nacida en Madrid, de cuyos ascendientes se trata en el apellido Alzate de esta web; allí vemos el parentesco que unía a Pío Baroja Nessi con Eugenio de Aviraneta, héroe de una de sus más conocidas novelas.
El matrimonio llevó vida itinerante, debido al trabajo de Serafín. Éste pasó de Donostia a Huelva, Madrid, Pamplona, Madrid de nuevo, Valencia, Granada, Bilbao, y Vera de Bidasoa.
Serafín y Carmen fueron padres de
1.- Darío Baroja Nessi, nacido en 1870 en Minas de Ríotinto (Huelva), y fallecido en Valencia a los 24 años de edad. Dejó escrito un Diario.
2.- Ricardo Baroja Nessi, nacido en Minas de Ríotinto (Huelva) el 12 de Enero de 1871. Fue pintor, grabador y literato. Ingresó en el Cuerpo de Archivos y Bibliotecas, siendo enviado en la Delegación de Hacienda en Teruel al Departamento de Archivos. En 1919 casó con la pintora Carmen Monné. En 1928 fue nombrado profesor de la Escuela Nacional de Artes Gráficas. Obtuvo en 1935 el Premio Cervantes con la novela “La nao capitana”. Fundó en San Sebastián la Asociación Artística de Guipúzcoa. Falleció en Vera de Bidasoa (Navarra) el 19 de Diciembre de 1954.
3.- Pío Inocencio Baroja Nessi, nacido en San Sebastián, calle Oquendo nº 4, el 28 de Diciembre de 1872, bautizado en la parroquia Santa María, y fallecido en Madrid el 30 de Octubre de 1956. Estudió la carrera de Medicina en Madrid y Valencia, doctorándose en 1893. Ejerció de médico en Zestona (Gipuzkoa). Se trasladó a Madrid, en donde se hizo cargo de una panadería propiedad de una tía suya. Fue célebre novelista, siendo elegido numerario de la Academia Española de la Lengua en 1924. En 1912 compró la casa de Itzea en Bera de Bidasoa (Nafarroa).
4.- César Pío Baroja Nessi, nacido en San Sebastgián, P. Santa María, el 12-VII-1879.
5.- Carmen Baroja Nessi, nacida el 10-XII-1883 en Pamplona. Madre de Julio Caro Baroja.
Fuentes: Expedientes de Hidalguía en Valladolid, de Vicente Cadenas y Vicent. Enciclopedia de Endika de Mogrobejo. “Itinerario sentimental” de Julio Caro Baroja. “Los Baroja, memoria y lección”, editado por Fundación Kutxa. Mormones en internet. Ángel Martínez Salazar, en “Baroja; tras las huellas de su apellido”; publicado en la revista Sancho el Sabio (15, 2001, 139-156). Pío Baroja, en obra arriba citada.
Antonio Castejón. maruri2004@euskalnet.net monedacuenta@euskalnet.net www.euskalnet.net/laviana
|
|