LOYOLA. Oñaz Loyola
Ascendientes de Ignacio de Loyola. Señores de las casas Oñaz y Loyola.
“Hasta los 26 años de su edad fue hombre dado a las vanidades del mundo y principalmente se deleitaba en ejercicio de armas con un grande y vano deseo de ganar honra. Y así, estando en una fortaleza que los franceses combatían, y siendo todos de parecer que se diesen, salvas las vidas, por ver claramente que no se podían defender, él dió tantas razones al alcaide, que todavía lo persuadió a defenderse, aunque contra parecer de todos los caballeros, los cuales se conhortaban con su ánimo y esfuerzo. Y venido el día que se esperaba la batería, él se confesó con uno de aquellos sus compañeros en las armas; y después de durar un buen rato la batería, le acertó a él una bombarda en una pierna, quebrándosela toda; y porque la pelota pasó por entrambas las piernas, también la otra fue mal herida”. Comienzo de la AUTOBIOGRAFÍA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA (Texto recogido por el P. Luis Gonçalves da Camara entre 1553 y 1555). Puede verse su texto completo en la página http://www.jesuitas.es/autobiog.htm
No puede tomarse como correcto el que el nombre de Loyola viene de los lobos y la olla que aparecen en el escudo familiar "lupus in olla, lobo en olla = Loyola".
Koldo Mitxelena: LO(h)I = lodo: Loa, Loaga... Loyola; y -OLA = sufijo derivativo local. "Sería naturalmente inútil en la gran mayoría de los casos tratar de determinar si -OLA tenía un valor preciso de CABAÑA o FERRERIA o un sentido vago de LUGAR: Iraola, Loyola... ..."
Gabriel Henao sostiene que la voz "Loyola" es
vascongada y puesta al sitio donde se levanta la torre y el palacio.
La casa de la familia Loyola está localizada
en los campos de Azpeitia, en
Gipuzkoa, como muchas otras de familias reconocidas que se levantaban fuera
de las poblaciones. El recinto familiar no era un castillo, sino simplemente
un torreón que servía de defensa para los ataques de los enemigos.
El nombre de Oñaz viene de una antigua casa solariega que surgía de la loma de Oñazmendi
Mediado el siglo XVII, Antonio Arana y Antonio de
Cobos, de la Compañía de Jesús, daban esta ascendencia para la Casa de
Loyola:
Lope de Oñaz,
señor de la casa y solar de Oñaz. Floreció año 1180. Sería padre de
García López de Oñaz, señor de la casa de Oñaz. Floreció año 1221. Padre de
Lope García de Oñaz, tercer señor de la casa de Oñaz. Floreció año 1261. Cabeza del bando
oñacino. Casó con Inés de Loyola, uniéndose así las dos casas: Oñaz, la más
antigua, y Loyola, de mayores rentas y posesiones. Padres de
Inés de Loyola,
señora de Oñaz y Loyola, casó con Juan Pérez. Florecieron año 1300. Padres
de siete hijos varones. Los siete asistieron a la batalla de Beotibar en
1321, contra navarros y franceses. Sucedió en la casa
Juan Pérez de Loyola, hijo de María Pérez de Loyola, padre de
Beltrán Yáñez de Loyola.
Lo antedicho es dudoso.
Vamos ahora a otra relación de ascendientes que
parece más fiable
en opinión de las fuentes de las que hemos tomado
notas.
I.- Juan Pérez de Loyola,
padre de siete
hijos varones, entre ellos
1.- Gil López de Oñaz.
2.- Juan Pérez de Oñaz, que sigue (II).
II.- Juan Pérez de Oñaz,
fallecido quizá antes de 1350. Este Juan Pérez sería el nombrado en leyendas
como Jaun Juan Pérez, que batalló en Beotibar, o al menos en tierras límites
con Nafarroa, acompañado por Gil López de Oñaz, su hermano, y cinco hermanos
más, todos hijos de Juan Pérez de Loyola.
III.- Juan Martínez de Oñaz,
que casó con Inés de Loyola. Vivían en Iraurgui, junto al monasterio de
Soreasu (que en 1352 recibió el nombre de San Sebastián). Sucedió en la casa
IV.- Beltrán Ibáñez de Loyola, nacido en el siglo XIV. Era señor del solar antes de
1378. Del bando oñacino. En el año 1394 Enrique III le cedió el patronazgo
de la iglesia de Soreasu, la iglesia de Azpeitia, San Sebastián de Soreasu,
que había pertenecido a los templarios hasta que en 1308 pasó a manos del
rey Fernando IV; éste dio el patronato de la misma al concejo de Azpeitia, y
en el año 1394 el rey Enrique III lo pasó al señor de Loyola con todos sus
derechos.
Casó Beltrán con Ochanda Martínez de Leete. El 15-III-1377 recibió juro de heredad de dos mil maravedís del rey Juan I. Edificó nuevamente la Casa-Fuerte de Loyola. Testó en 1405,ordenando “que aya y herede la Casa-Fuerte de Loyola... e la de Oñaz, e monasterio de Soreasu, e las mercedes del rey con las ferrerías de Barrenola e Aranaz”... su hijo Juan.
Beltrán Ibáñez y Ochanda fueron padres de
1.- Juan de Loyola. Falleció sin
descendencia, creo que muy joven, y heredó su hermana.
2.- Sancha Ibáñez de Loyola, que sigue (V).
V.- Sancha Ibáñez de Loyola
casó con Lope García de Lazcano. Los bienes que formaron el
patrimonio de los Loyola se fueron acumulando en el tiempo a través de
compras y herencias. La primera compra de la que hay documento es la
realizada por este Lope García de Lazcano el 28-IV-1419. Lope testó en 1441
en Salvatierra de Iraurgi (Azpeitia): “por quanto yo tengo por compra la
casa e casería de Leete...”. Sancha Ibáñez testó en 1464. Fueron padres
de
1.- Juan Pérez, primogénito, que sigue (VI).
2.- Una hija que casó con Juan de Oyanguren.
3.- Beltrán Ibáñez.
4.- María López.
5.- María Veiraça, que casó con Martín García
de Anchieta.
6.- Ynesa, que casó con Juan Ochoa de
Emparan.
VI.- Juan Pérez de Loyola,
que casó con Sancha Pérez de Iraeta, cuyo solar ostentaba el
patronazgo sobre Santa María de Aizarna. Juan testó en 1538. Fueron padres
de
1.- Catalina de Loyola, que casó con un
Emparan. En 1486 su hermano Beltrán Ibáñez la menciona como “señora que
sedes de la casa y solar de Emparan”.
2.- Beltrán Ibáñez de Oñaz y Loyola, que
sigue (VII).
VII.- Beltrán Ibáñez de Oñaz y
Loyola, que casó en 1467 con Marina Sáez de Licona y Balda,
casa depositaria del patronato sobre Santa María de Balda, de cuyos
ascendientes paternos se trata en el apellido
Licona, y de los maternos en el apellido
Balda, en genealogías bascas de este web.
Marina era hija y nieta de bizkaínos, y había nacido en Ondarroa, aunque
esto es discutido por los historiadores, pues los hay que afirman que nació
en Azcoitia de Gipuzkoa, pero reconociendo siempre que era de padres y
abuelos bizkaínos, razón ésta por la que San
Ignacio de Loyola fue nombrado oficialmente como Patrón de Bizkaia.
Beltrán Ibáñez, que sobrevivió a su esposa,
murió en 1507.
Fueron padres de trece hijos (o bien de once,
ocho de ellos varones), siendo el benjamín el que llegaría a los altares
como San Ignacio de Loyola. Entre tales hijos estaban
1.- Juan Pérez, el mayor. Falleció joven
2.- Martín García, que sigue la línea (VIII).
3.- Hernando (que renunció a los bienes de la
casa según documento de 1510).
4.- Magdalena (que renunció a los bienes de
la casa según documento de 1535). Madre de Fortuno.
5.- Pero López, padre de Beltrancho (creo que
este Pero López fue cura párroco, y también padre de cuatro vástagos).
13.- Iñigo Yáñez de Oñaz y Loyola, Balda y
Guevara, luego conocido como Ignacio de Loyola, fundador de la
Compañía de Jesús, que nació en Azpeitia hacia 1491. Fallecería el 31 de
julio de 1556, en la Casa Profesa de su Orden en Roma. Sus restos descansan
desde entonces bajo el altar del templo de Gesú en Roma, ubicado junto a la
Iglesia de Santa María de la Strada. Iñigo es el nombre castellano de Eneko
y por él lo conocieron y trataron gran parte de su vida; él mismo, por
decisión personal, lo cambió por el de Ignacio -Ignatius- latino, cuando se
graduó de Magister. No está muy claro el momento en que se muda el nombre de Iñigo por el de Ignacio. Al principio, ya en su época de santidad, firmaba sus cartas como: De bondad pobre, Iñigo. En 1537 aparece por vez primera el nombre de Ignacio en sus cartas, firmando en latín. Desde entonces, aparecen en sus escritos ambos nombres: cuando escribe y firma en castellano, usa el Iñigo, y cuando lo hace en latín o italiano, escribe Ignacio. Y desde 1542 desaparece el Iñigo, que reaparece sólo en una ocasión, en recado escrito por Fr. Barberá en 1546. Fuera de este caso, en los catorce años últimos de su vida siempre se firmó como Ignacio. Iñigo vivió en su tierra natal hasta el año 1506, en el que pasó a Arévalo, a casa de Juan Velázquez de Cuellar y de su esposa María de Velasco, “a criarse en su casa como propio y ponerle después en la casa real”. Juan era Contador Mayor de Hacienda del Rey. Allí se educó Iñigo siguiendo las costumbres de la época, como paje de los Reyes. En esta época ya había fallecido Isabel, y Fernando había casado en segundas nupcias con Germana de Fois (¿fue ésta su amor platónico?). En 1517 cayó en desgracia Juan Velásquez, por rebelarse contra la decisión de Cisneros de ceder la Villa de Arévalo, que era de realengo, a Germana, viuda de Fernando El Católico. Juan murió en agosto de dicho año 1517, e Iñigo pasó a servir –por recomendación de María Velasco- a Antonio Manrique de Lara, virrey de Navarra. Su educación literaria se redujo a leer y escribir. Fue muy buen escribano. Era ya entonces tan señor de si, que aun cuando se le daba algún motivo, nunca respondía airado ni descompuesto.
El padre Polanco, que convivió estrechamente
con Ignacio durante los últimos años de éste, decía de su etapa juvenil: La
educación suya fue más conforme al espíritu del mundo que al de Dios; porque
desde muchacho, sin entrar en otro oficio que el de leer y escribir, comenzó
a servir como paje; después sirvió de gentilhombre al duque de Nájera y de
soldado hasta los 26 años, cuando hizo mutación de su vida. Hasta ese
tiempo, aunque era aficionado a la fe, no vivía nada conforme a ella, ni se
guardaba de pecados; antes era especialmente travieso en juegos y cosas de
mujeres y en revueltas y cosas de armas.
VIII.- Martín García de Loyola y Licona.
Vive en Salvatierra de Iraurgi (Azpeitia).
Casó con Magdalena de Araoz
y era Señor del solar en
1535, año en que su hermano Ignacio, por entonces aún desarrapado estudiante
en París, visitó Azpeitia.
Martín fundó el mayorazgo de Oñaz y Loyola en su
hijo Beltrán de Oñaz, previo permiso de los Reyes dado en 1518. Se hizo la
escritura definitiva el 15-III-1536. En su testamento de noviembre de 1538
Martín García expone que “conformándome con la buena costumbre que en
esta casa de Loyola se a tenido después de la fundación della”, de
acuerdo con su mujer y parientes, “llamamos a nuestro mayorazgo y a
nuestras casas y solares de Oynaz y de Loyola y sus vienes a Beltrán de
Oynaz y Loyola, nuestro hijo mayor en días, a quien hicimos donación de
todos los vienes nuestros contenidos e declarados en una carta de mayorazgo
que yo hordené con licencia de su majestad”.
Martín García refirió los símbolos que
recopilaban aquello que provenía de abolengo: “... Las (...) dichas armas
de la dicha mi casa e abolengo de Oynaz son syete bandas coloradas en campo
dorado; y las de la casa de Loyola unos llares negros y dos lobos pardos con
una caldera colgada de los dichos lares, lo quales dichos lobos tienen la
caldera en medio y están asydos con cada sendas manos a la hasa de la dicha
caldera de cada parte. Y anse de poner y traer en campo blanco, y de las de
Oynaz, mi abolengo, a mano derecha, segúnd al principio desta scriptura
están esculpidas, e que el dicho Beltrán, mi hijo, e sus descendientes no
puedan traer ny traygan otras armas”.
Martín García fue padre de ocho hijos
legítimos, amén de dos naturales reconocidos. Nombres de algunos de ellos
1.- Beltrán, que sigue la línea (IX).
2.- Emiliano, jesuita.
3.- Martín García de Oñaz Loyola y Araoz. El investigador Pablo de Amores, de Plentzia-Bizkaia, nos proporciona el nombre de la esposa de este Martín: María Nicolás de Oyanguren, vecina de Azpeitia, hija de Juan Pérez de Oyanguren, dueño de la Casería Oyanguren de Suso de Azpeitia. Este dato ofrecido por Pablo está avalado por documento del año 1609 que se conserva en el Archivo Histórico de Loyola P.P. Jesuitas, con referencia “Fondo Familia Loyola y enlazados. 0001/081”. Martín y María Nicolás fueron padres de
3.1.- Martín García (Oñez) de Loyola
(1552?-1598). Pablo de Amores, citado en el párrafo
anterior, nos recuerda este asiento “Archivo General de Indias Es.41091. AGI/16419//
PASAJEROS, L.5,E.1937. MARTÍN GARCÍA DE OÑAZ Y LOYOLA, Caballero de
Calatrava, natural de Azpeitia, soltero hijo de Martín García Oñaz y Loyola
y de Doña María Nicolás de Oyanguren, al Perú como criado del Virrey Don
Francisco de Toledo. 10-02-1569”. En 1572 dirigió Martín al grupo de
soldados que capturó al inca Túpac Amaru, dando fin a la resistencia
incaica. Casó poco después con la ñusta Beatriz Clara Coya,
descendiente de la familia Atahualpa. De 1579 a 1582 fue Gobernador de
Potosí; en 1581 se le nombró adelantado y gobernador de Río de la Plata.
Sobre 1586 fue Corregidor de Huanca-velica y Huamanga (Perú); Gobernador de
Chile. Batalló con los indios araucanos. En 1598 le sorprendieron éstos en
una emboscada y le mataron. Su cráneo fue convertido en vaso ceremonial y no
se pudo recuperar hasta 1641.
Su esposa Beatriz Clara Coya (1557-1600) era
hija de Sayri Túpac y sobrina del Inca rebelde Titu Cusi. Heredera de gran
fortuna, fue utilizada como moneda de cambio sometida a intereses políticos.
En 1565, con ocho años de edad, fue ofrecida en matrimonio al inca Quispe
Titu, y luego a Cristóbal Maldonado, joven y rico mestizo. Cristóbal la
violó y proclamó consumado el matrimonio. Beatriz volvió al claustro. El
virrey Francisco de Toledo, una vez sometidos los indios, la ofreció en 1572
a Martín García de Loyola, pero Maldonado la reclamó como esposa. El litigio
se prolongó hasta 1592, año en que la Iglesia dio por bueno el enlace con
Loyola. Beatriz moriría en 1600, siendo enterrada en Santo Domingo de Lima.
Fruto único del matrimonio fue
3.1.1.- Ana María, bautizada en 1593 en
Concepción (Chile). En 1599 pasó con su madre a España, donde la casaron con
Juan Enríquez de Borja, descendiente de San Francisco de Borja
(ver su apellido
Borja, en
Genealogías Hispanas de esta web)
e hijo de Juan Enríquez de Almansa, tercer marqués de Alcañices, y de Juana
de Borja y Aragón, hija del Duque de Gandía. A Ana se le otorgó el título de
marquesa de Oropesa, por el feudo que tenía en Cuzco.
4.- María Vélez.
5.- Magdalena.
6.- Catalina.
7.- Marina Uso.
8.- Marína Sáez (natural)
IX.- Beltrán de Oñaz Loyola y Araoz.
Casó con Juana de
Recalde e Idiaquez. Fueron padres de
1.- Lorenza de Oñaz Loyola y Recalde, que
sigue ahora, en el apartado X.
2.- Magdalena de Oñaz Loyola y Recalde, de la
que trataremos abajo, en el apartado XIII.
X.- Lorenza de Oñaz Loyola y
Recalde. Anecdótico: era
sobrina nieta de San Ignacio, fundador de la Compañía de Jesús, y
casó con Juan de Borja, hijo de San Francisco de Borja
(ver su apellido
Borja, en Genealogías Hispanas de esta
web; allí se menciona a Juan en el apartado VIII nº 3), quien
tras criar diez hijos se hizo jesuita y fue tercer General de la Orden.
Lorenza y Juan fueron padres de
1.- Leonor de Borja y Oñaz Loyola, que sigue
(XI).
2.- Magdalena de Borja y Oñaz Loyola, de
la que trataremos abajo, en el apartado XII. 3.- Francisca de Borja y Oñaz Loyola. Monja. 4.- Juana de Borja y Oñaz Loyola. Monja.
En 1575 murió Lorenza de Oñaz Loyola y
Recalde, y su esposo casó de nuevo (según hemos
visto en el apellido
Borja
apartado VIII nº 3), con lo que perdió el
Mayorazgo, que pasó a Leonor.
XI.- Leonor de Borja y Oñaz
Loyola
heredó el mayorazgo al fallecer su madre
Lorenza y casar de nuevo su padre Juan de Borja. Leonor casó en 1577
con Pedro de Borja Centelles (también conocido documentalmente como Pedro
Centelles y como Gilabert de Centelles), su primo carnal, que se tituló Conde de Oliva
(segundo hijo de Carlos de Borja, V duque de Gandía, y de Magdalena de
Centelles y Folch de Cardona; se le menciona
en el apartado nº del apellido Borja, en su Rama Duques de Gandía). Residieron en la Corte, al igual que los
poseedores del mayorazgo que les seguirán. Leonor murió sin sucesión, con lo
que el mayorazgo pasa a su hermana Magdalena (ver arriba, X. 2).
XII.- Magdalena de Borja y Oñaz de
Loyola. Recibió el mayorazgo a la
muerte de su hermana Leonor, susocitada. Casó con Juan Urbano Pérez de
Vivero, conde. Magdalena no tuvo hijos. Testó dejando el mayorazgo a Ana
María de Loyola y Coya, que sigue (XIII).
XIII.- Ana María de Loyola y Coya,
de quien ya hemos tratado arriba, en el apartado VIII.3. Ana María de
Loyola y Coya, primera marquesa de Oropesa de Indias, casó con Juan
Enríquez de Borja y Almansa
A la cesión del mayorazgo
hecha en su testamento por Magdalena de Borja
Oñaz de Loyola a favor de Ana María de Loyola y Coya, se opuso una rama
colateral de los Loyola: los Zuazola.
Lorenza de Oñaz Loyola y Recalde había tenido una hermana llamada Magdalena de Oñaz Loyola y Recalde (ver arriba apartado IX. 2), que había casado con Pedro de Zuazola e Idiaquez, natural de Azcoitia, Caballero de Santiago en 1532, Gentilhombre de Carlos V y Patrón de Santa María la Real de Azcoitia, y que sucedió a sus padres en el vínculo de la casa de Floreaga, extramuros de Azcoitia. De esta familia se trata en su apellido Zuazola, en Genealogías Bascas de esta web; se menciona a Pedro en el apartado III de su primera genealogía.
XIV.- Matías Ignacio de Zuazola y Loyola
(ver ascendientes en Zuazola),
fue poseedor del mayorazgo de Oñaz y Loyola desde 1665, año en que la
Chancillería de Valladolid, en sentencia de revista, se lo asignó. Señor de
la casa de Floreaga y su mayorazgo por herencia paterna; Caballero de
Calatrava en 1648. Casó en 1650 con Ana de Lasalde y Aciaga (hija de Manuel
López y María, vecinos de Deba). Ana Lasalde falleció en 1693. Matías y Ana
tuvieron siete hijos (o cuatro, según otra fuente) que fallecieron
prematuramente. Nació luego un octavo, José Ignacio, que sigue (XV).
XV.- José Ignacio de Zuazola y Lasalde, natural de Azcoitia, Caballero de Santiago en 1672.
Sucedió en las casas de su padre y falleció en 1677, a los doce años de
edad, sin descendencia, por lo que el mayorazgo de Oñaz y Loyola pasó a una
nieta de Ana María de Loyola y Coya, que sigue.
XVI.- Teresa Dominga Enríquez de
Velasco, nieta de Ana María de
Loyola y Coya (ver arriba, apartado XIII), casada con Luis Antonio Enríquez
de Cabrera (que moriría en 1713), ambos marqueses de Alcañices y de Oropesa
de Indias. Teresa Dominga falleció en 1711. Estos señores, previa licencia
regia, disgregaron del mayorazgo en 1681 la casa natal de Ignacio y la
cedieron a Mariana de Austria, viuda de Felipe IV, para que fundase allí un
colegio de la Compañía.
Fuentes:
“El Patrimonio de los señores de Loyola”, de
Cándido de Dalmases, S.I.
José A. Marín Paredes “Semejante pariente
mayor. (...) Los señores del Solar de Oñaz y Loyola (siglos XIV-XVI)”
“Quién es quién en la América del
Descubrimiento”, de José Mª González Ochoa. Antonio Astrain, S.J.: Historia de la Compañía de Jesús en la Asistencia de España.
J. I. García Velasco: San Ignacio de Loyola y
la Provincia jesuítica de Castilla.
Dos libros (creo que ambos de Cándido de
Dalmases) de cuyos títulos no he tomado nota.
Darío de Areitio; “Nuevos datos sobre el
abuelo materno de S. Ign de Loyola”. 1957.
“Problemas históricos guipuzcoanos en la vida
de San Ignacio”, de Fausto Arocena. Pablo Amores amoresbi@telefonica.net
Antonio Castejón. maruri2004@euskalnet.net monedacuenta@euskalnet.net
www.euskalnet.net/laviana
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